¡Hazle el amor a tu trabajo!

Hazle el amor a tu trabajo

Motivación, inspiración y disfrute de cada mañana

¿Qué me hace levantar cada mañana, llegar a trabajar y sentir que me gozo cada minuto, actividad, conversación, incluso algún conflicto que se pueda presentar? ¿Qué es eso que me invita constantemente a querer vivir más? 

Estaba en una noche de vinos con amigos, cuando escuché: “hoy en las empresas hemos pretendido generar una relación laboral con nuestros colaboradores, sin embargo lo que en muchos casos se ha creado es una transacción laboral”. 

Quisiera reflexionar un poco, una transacción está enmarcada en un contrato, que normalmente pide la ley, donde cada parte específica qué espera del otro y qué está dispuesto a dar dentro de un rol o responsabilidades definidas. Una relación implica una conexión o correspondencia que hay entre dos o más personas. 

Siendo este nuestro punto de partida, podríamos decir que la historia nos ha enseñado más de transacciones laborales que de relaciones ¿no crees?

Hoy, como líderes, ¿Qué hacemos para generar relaciones laborales?

Los tres factores más importantes de cualquier relación son: 

Ser visto y escuchado. Es la forma de reconocerse o validar a los otros. Reflexiona sobre qué tanto ves a tus compañeros, si eres capaz de reconocer sus fortalezas, identificar dónde o en qué circunstancia  pueden aportar mejor, cómo está el ánimo, sí se pueden acercar a hablar contigo y si la comunicación es realmente efectiva para expresar las ideas y oportunidades que pueden tener.  Y lo más importante, ¿realmente los escuchas? Personalmente creo que la escucha es uno de los mayores aprendizajes que tenemos.

Míralo así, es tan importante ser visto y escuchado que gran parte de la sociedad paga por esto. No quiero decir que los líderes empresariales  nos debamos convertir en terapeutas, sin embargo es importante ver a la persona que está compartiendo con nosotros más allá de sus funciones o responsabilidades. 

Conocerte a ti mismo, ¿Para qué eres bueno? ¿Qué disfrutas? ¿Cuáles son tus miedos y los retos que estás enfrentando? ¿Dónde te ves en el futuro?. Conocerte y aceptarte como eres es fundamental para entablar una relación sin buscar que el otro sea quien llene tus miedos o vacíos. Observa tus acciones y si te haces cargo de tus  situaciones diarias o esperas que sean los otros o la empresa la responsable o los facilitadores.  

¿Dónde aportas valor? Como todo proceso, primero te fijas en ti, te fortaleces y luego sales a servir, a compartirte con el mundo desde lo auténtico que eres. ¿Qué problema puedes resolver? ¿Cómo aportas valor a otros? enfócate desde ahí y como líder empodera a cada miembro de tu equipo para seguir creciendo. Finalmente, ¡celebra los resultados de todos!

Volviendo a esa noche después de varios temas, alguien dijo: “todo es orgásmico” y recordé la energía que se mueve dentro de mi cuando estoy conectada con lo que hago, desde saborear un plato de comida, estar dedicada a alguna tarea, en una conversación o con alguien que quiero; cuando tengo una intención para cada momento siento que el “trabajo” es parte de mi y que lo disfruto tanto por ser la oportunidad de construir, vivir el camino, experimentar lo aprendido, definitivamente es un laboratorio de vida donde se disfruta y ven los resultados.

Cuando nuestra vida va más allá de cumplir un horario, seguir instrucciones y pensar que lo que realizamos lo hacemos para los otros; empezamos a jugar y disfrutar cada momento,  con certeza nos conectamos y hacemos de nuestro trabajo nuestro reto diario. Sentimos que realmente le hacemos el amor a nuestro trabajo, divirtiéndonos con la emoción de cada día, sonreímos, nos sorprendemos y sentimos la energía viva dentro de nosotros. 

Definitivamente es mucho más que una transacción. 

¡Deseo que así sean tus días!